martes, 3 de abril de 2012

COPERNICO (SIGLO XVI)


El callejón en que se hallaba la astronomía medieval, pues según el modelo Ptolemaico, resultaba cada vez más complicado ajustar la teoría con los nuevos datos observacionales: se necesitaban ya más de 80 epiciclos para describir las trayectorias planetarias, de manera que a partir de las mejoras de las observaciones, en vez de haberse resuelto los problemas, se había, en palabras del propio Copérnico (siglo XVI), "engendrado un monstruo".
Todo esto chocaba con el convencimiento de Copérnico de que el Universo, por ser obra divina, debería estar regido por unas leyes matemáticas lo más simples posibles y que tanto la distribución de los astros como sus movimientos debían constituir una unidad armónica y sistemática.

 Las innovaciones copernicanas
La Tierra no está en el centro del Universo, es un planeta.
En el centro del universo está, inmóvil, el Sol. (Teoría heliocéntrica)
Los planetas, con las esferas que los transportan, giran alrededor del Sol según el siguiente orden: Mercurio, Venus, La Tierra, Marte, Júpiter y Saturno.
La Luna no gira directamente alrededor del Sol, sino de la Tierra.
La Tierra está afectada por tres movimientos: rotación, traslación y un tercer movimiento anual del eje de rotación terrestre con objeto de mantenerlo paralelo a sí mismo.

"A  partir de este momento comienza lo que se conoce como “la concepción moderna de la ciencia”, con un cambio de paradigma, y una corroboración empírica de los datos de Copernico, con los instrumentos de Galileo Galilei"

PROFESOR: EDUARDO CAÑUETO






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