viernes, 30 de mayo de 2014

Clase de Filosofía e Historia de la Ciencia y la Tecnología 27/05

LAS CONTROVERSIAS CIENTÍFICAS

La controversia científica es un debate sustentado y público entre la comunidad científica en la que los argumentos son basados en evidencia.
Las controversias causan progreso en la ciencia por medio del fomento de la investigación en el tema en discusión.
Las controversias se resuelven cuando la evidencia favorece grandemente un argumento.
Las controversias científicas constituyen parte de la práctica científica y tienen lugar cuando diferentes grupos de científicos han propuesto distintas teorías para dar cuenta de algún fenómeno natural o social.

Las controversias suelen tener un desarrollo. Comienzan cuando surgen teorías rivales, ambas con algún tipo de apoyo empírico, argumentación y articulación con el resto de los campos de conocimiento. Se desarrolla la controversia buscando el modo de decidir entre las teorías en conflicto, a veces buscando nuevos datos, otras veces mostrando anomalías y dificultades que una de las propuestas no puede sobrellevar. En varias oportunidades la búsqueda de datos involucra esperar el desarrollo de nuevas tecnologías, de manera que las controversias pueden desarrollarse a lo largo de varios años.
Los factores internos a la práctica científica, como el apoyo empírico o la articulación entre teorías, son cruciales para la clausura o resolución de la controversia, pero también debe ponerse de manifiesto que existen siempre factores externos que se suman para dar el resultado final de la resolución de la controversia.
Respecto a cuáles son los factores preponderantes para el cierre o clausura de la controversia los filósofos debaten desde dos posturas diferentes: internalismo y externalismo

INTERNALISMO: sostiene que el proceso de producción y validación del conocimiento es independiente de las influencias externas, siendo sus principales puntos de referencia la Historia de las Ideas y la Filosofía de la Ciencia. Cree que la ciencia debe seguir su propia lógica y luchar por liberarse de las interferencias de las fuerzas sociales, políticas y económicas. 
EXTERNALISMO: mantiene que la ciencia está condicionada por la estructura organizacional de la producción científica. Por tanto, debe ser considerada en relación con otras ramas del conocimiento y con las estructuras socioeconómicas circundantes. Recientemente, los externalistas se han centrado en las relaciones entre ciencia, gobierno, política científica y la comunicación entre los científicos

Como se mencionó en las controversias científicas suelen existir factores internos y factores externos a la práctica científica. Los primeros se asocian con la metodología, el apoyo que los datos le otorgan a la teoría, la articulación de la teoría con otras teorías ya aceptadas, etcétera. Los factores externos son las preferencias sociales, culturales y la presión del resto de la sociedad sobre la comunidad científica en favor de una perspectiva teórica en detrimento de otra.
Podría darse el caso de que estos factores externos fueran de gran importancia y así se impusieran a los factores internos. Una situación así mostraría que es posible que la comunidad sostenga teorías contrarias a los datos pero preferidas por motivos de otro orden. En general, los factores externos suelen adquirir mayor importancia durante el período en el que los datos no permiten tomar una decisión concluyente


HISTORIOGRAFÍA CIENTÍFICA: Historiografía es una palabra que surge de la unión de otras dos: historia + grafía, o lo que es igual: historia y escritura. De ahí que este sea el concepto para definir un tipo de operación que debe realizar el historiador en el proceso de construcción de una narración histórica. Para satisfacer los intereses y afinidades de conocimiento de los historiadores, existen múltiples corrientes historiográficas, cada una de ellas con sus particularidades, sus ventajas y sus sesgos, que orientan al profesional en historia y al público lector sobre tendencias y formas de interpretar los acontecimientos pasados.

ANACRONISMO: Un anacronismo se refiere a algo que no se corresponde o parece no corresponderse con la época a la que se hace referencia. Por ejemplo, si en una obra de teatro que se desarrollara durante la Antigua república romana apareciera un personaje usando una computadora, la computadora sería un anacronismo.
DIACRONISMO: es el estudio de un fenómeno social a lo largo de diversas fases históricas atendiendo a su desarrollo histórico y la sucesión cronológica de los hechos relevantes a lo largo del tiempo


PERSPECTIVA WHIG: solamente considera de la historia los momentos relevantes, dejando de lado a la luz de la historia de la ciencia las teorías “erróneas” a la luz de la ciencia posterior. Por ejemplo un historiador desde esta perspectiva, dejará de lado los fuertes intereses alquímicos que tenía Newton. 
Se critica su linealidad y su anacronismo
PERSPECTIVA ANTI-WHIG: Los autores que rechazan la  perspectiva whig proponen, en su lugar, un ideal diacrónico que aborde los acontecimientos del pasado  en  términos  del  contexto  -creencias,  teorías, métodos, etc.-  vigente en la época considerada. 
Se critica su diacrónismo
Se sostiene que el enfoque diacrónico es utópico
Se corre el riesgo que el conocimiento histórico sea sólo para especialistas


Esta antinomia historiográfica conduce a una muy diferente valoración de los episodios del pasado. El historiador whig substancializa la ciencia como entidad autónoma y suprahistórica; en relación con ella pueden evaluarse logros y fracasos del pasado. Pero tal valoración carece de sentido para la historiografía antiwhig, que prohíbe interpretar el  pasado a la luz del conocimiento presente y permite evaluar logros y fracasos sólo en relación con el  contexto  de la  época  en  que tales acontecimientos sucedieron. En ambos casos, los relatos históricos resultantes suelen ser radicalmente diferentes.
La polémica whig versus antiwhig nos deja una importante enseñanza: no existe una única manera correcta de escribir la historia. Todo relato histórico implica necesariamente interpretación: la  historia no  es  meramente narrada, sino construida. La epistemología actual también reconoce la imposibilidad de una  objetividad absoluta en la historia.
PROFESOR: EDUARDO CAÑUETO

TRABAJO PRÁCTICO N° 4

ACTIVIDADES EN EL AULA:

1. Lea detenidamente el texto, y subraye las ideas principales
2. Identifique los términos anacronismo, diacronismo, y explique en base a lo visto en clase a que se refieren los mismos
3. A qué refiere Khun cuando menciona “la dificultad de enseñar Historia de la Ciencia a quienes provienen de las Ciencias Naturales”
4. Identifique los enfoques Whig y anti Whig, determine cuáles son las características de cada uno de ellos, y que quiere decir el autor con la expresión “nadie escapa a su tiempo, ni a los anteojos del presente”
En una nota a pie de página de La estructura de las revoluciones científicas, Thomas Kuhn menciona la dificultad de enseñar historia de la ciencia a quienes provienen de las ciencias 
Naturales: puesto que ellos “conocen las respuestas correctas”, es particularmente difícil hacerles analizar la ciencia del pasado en sus propios términos. En un célebre libro de 1951, Herbert Butterfield llamó whig a este enfoque anacrónico de la historia, inaugurando una polémica que aún no ha cesado.
Quienes, en el siglo XIX, redactaron la historia de Inglaterra desde la perspectiva whig, concibieron la “conquista de la libertad” como un proceso acumulativo que se remonta a la Carta Magna de 1215 y adquiere su mayor significación en el siglo XVII, cuando los adherentes al partido whig eran considerados amantes de la libertad, y sus adversarios, los tories, enemigos de ella. La mayoría de las “historias patrias” adoptan este esquema simplista y lo consagran como mito.
Según Butterfield, quien se apropió de ese término de la historia tradicional inglesa, la historiografía whig (lineal, anacrónica) es “la escritura ahistórica de la historia”: se imponen al pasado los patrones del presente. Así, en el marco de una historia de la ciencia de carácter whig, se evalúa la ciencia pretérita con referencia a la actual. Este criterio, fuertemente afín a una concepción de progreso científico acumulativo, característica del positivismo, expulsará de la historia de la ciencia a las teorías que resultaron “erróneas” a la luz de la ciencia posterior, salvo que se las analice para señalar lo retrógrado de quienes las sostuvieron o el mérito de quienes las rechazaron. Desechará, además, los factores que hoy consideramos no científicos o irracionales. Dado que aun científicos de gran talla, consagrados por la historiografía whig, cayeron en tales “errores”, se los ignorará atribuyéndolos a momentáneos deslices del genio. La teoría de las mareas de Galileo o los intereses alquímicos y teológicos de Newton serían ejemplos de tales deslices.
Las historias whig transmitidas a través de textos y enseñanzas profesionales legitiman la actividad científica por invocación al prestigio de figuras e instituciones patriarcales. El carácter mítico, ejemplar, de estas historias se transfiere a la educación general y a la divulgación de la ciencia, y forma parte esencial de la identidad de cada comunidad científica. 
Quienes repudian la historiografía whig proponen un ideal diacrónico. Escapar a la trampa whig presupone comportarse como un viajero del tiempo que, en la medida de lo posible, renuncia a su memoria histórica. Han de estudiarse los acontecimientos del pasado en términos del contexto de creencias, teorías, métodos, etcétera, vigentes en la época considerada. 
Deberá descartarse no sólo el conocimiento adquirido con posterioridad a la misma sino también aquel que no pudo ejercer influencia alguna sobre el agente histórico. Desde esta perspectiva anti-whig, importa más saber por qué Galileo pretendía la fama que saber por qué hoy es famoso.
Para el historiador whig, la ciencia tiene una existencia, al menos en forma latente, en toda época histórica, y en relación con ella pueden estimarse logros y fracasos. Pero esta valoración carece de sentido para la historiografía diacrónica, que prohíbe escribir la historia “hacia atrás”. Esta podrá evaluar logros y fracasos sólo en relación con el contexto de la época en que acontecieron tales episodios.
El enfoque anti-whig ha dado lugar a numerosos estudios de una gran riqueza histórica. Estos trabajos han dotado a la historia de la ciencia de una razonable dosis de objetividad y han evitado el riesgo de convertir a la historia en un simulacro. Sin embargo, también debe reconocerse que un enfoque diacrónico estricto es utópico. Nadie escapa a su tiempo, ni a los “anteojos del presente” que le permiten acceder a una mirada histórica. Cabría preguntarse, además, hasta qué punto el diacronismo estricto, de ser posible, es deseable, ya que implica el riesgo de anticuarismo y de que el conocimiento histórico se vuelva inaccesible salvo para unos pocos especialistas.
En la actualidad, con la profesionalización de la historia de la ciencia, se aspira a brindar diferentes perspectivas acerca del pasado: afirmar la necesidad de adoptar a priori un enfoque único y excluyente para todos los casos se considera manifestación de un cierto dogmatismo. Para el historiador actual las visiones whig y anti-whig no son excluyentes, y el conflicto desaparece una vez determinada la naturaleza del problema histórico en estudio. Como sostiene el especialista danés Helge Kragh, el historiador de la ciencia ha de tener una bifronte cabeza de Jano capaz de respetar las ventajas y reconocer las limitaciones de ambos enfoques.( Guillermo Boido / Olimpia Lombardi)

PROFESOR: EDUARDO CAÑUETO

sábado, 24 de mayo de 2014

TRABAJO PRÁCTICO N° 3

En grupo dos alumnos
NOMBRES: 
FECHA: 

ACTIVIDADES: 
1. Analizar críticamente los siguientes juicios. Señalar en qué sentido se los puede considerar verdaderos, y en qué sentido falsos.
a. “la ciencia se basa en lo que podemos ver, oír, tocar, etc.”
b. “la ciencia progresa”
c. “la imaginación no tiene ningún lugar en la ciencia”
2. Analizar críticamente el siguiente artículo de GREGORY STOCK. Biofísico de la Universidad de California, titulado “Ya jugamos a ser Dios” (Clarín, Buenos Aires, 20/11/99)

Ya jugamos a ser Dios
Científicos que trabajan en cuestiones relacionadas con la edad dudan en decirlo abiertamente, pero la mayoría cree que se podrá extender la duración de la vida en forma significativa en una generación o dos. Si podemos seguir saludables a los 100 o 150 años, eso cambiará totalmente la vida tal cual la conocemos. Pronto será posible alterar los genes de los chicos para modificar su personalidad y su psique. Las consecuencias éticas y sociales son profundas. Estamos ante el umbral de un problemático amanecer científico que cambiará nuestras vidas y desafiará nuestra idea sobre lo que significa ser humano. El 5 de julio de 1978, nació Louise May Brown, el primer bebé de probeta. Hoy en día, la fertilización in vitro es una chance única para decenas de miles de parejas cuya única queja es que el procedimiento es muy difícil, caro e incierto. Pero hace 20 años, el hecho fue recibido con consternación y la ciencia fue acusada de hacer híbridos entre humanos y animales. ¿Se dirá lo mismo de la clonación o de extender la duración de la vida humana? No tenemos opción, ya empezamos a jugar a ser Dios. Algunos creen que deberíamos parar nuestras incursiones en la biología humana, hasta que podamos armarnos de mayor sabiduría. Pero la forma de hallar sabiduría acerca de nuestras capacidades no es negándolas, sino manejándolas cuidadosamente. Algunos maldicen esas nuevas tecnologías, temiendo que ellas perviertan nuestros valores, violentando nuestras instituciones, nuestras filosofías y nuestras vidas. Otros ven a las mismas tecnologías como posibilidades maravillosas para ir más allá de las limitaciones humanas. Si esos avances traerán un final trágico a la vida conocida o anuncian una nueva era es algo incierto. Irónicamente, ambas cosas pueden ocurrir. La humanidad está en el medio de una transición más profunda, más difícil y más lejana de alcanzar que nunca. Somos sus arquitectos, su público y sus objetos. (disponible en Internet: http://edant.clarin.com/diario/1999/11/20/e-06002d.htm)

PROFESOR: EDUARDO CAÑUETO

Clase de Filosofía e Historia de la Ciencia y la Tecnología 06/05

La expresión revolución copernicana o giro copernicano ha pasado a ser popularmente sinónimo de cambio radical en cualquier ámbito.

 FASE 1 “precientifica”: distintas teorías
ACEPTACION DEL PARADIGMA: teoría geocéntrica
FASE 2 “ciencia normal”
APARICION DE ANOMALIAS: Copernico (heliocentrismo); datos de Kepler (descubrimiento de la órbita de Marte, la elíptica), Galileo Galilei (telescopio)
NUEVO PARADIGMA: heliocentrismo
FASE 3 “CIENCIA REVOLUCIONARIA”

En cualquier comunidad científica hay individuos que se arriesgan más que la mayoría. Son los que, considerando que existe de hecho una crisis, adoptan lo que Kuhn denomina ciencia revolucionaria, intentando dar con alternativas a las presuposiciones aparentemente obvias e incuestionables en las que se basa el paradigma establecido. Lo que suele dar lugar a un marco conceptual que rivaliza con éste. El nuevo paradigma propuesto parecería poseer numerosas anomalías, en parte debido a estar aún incompleto. La mayoría de la comunidad científica se opondrá a cualquier cambio conceptual, y de acuerdo con Kuhn, obrará bien haciéndolo.

Para que una comunidad científica alcance su potencial necesita tanto de individuos arriesgados como de individuos conservadores. Existen numerosos ejemplos en la historia de la ciencia en los que la confianza en el marco conceptual establecido fue posteriormente corroborada. Es casi imposible predecir si las anomalías del nuevo paradigma propuesto podrán ser resueltas. Aquellos científicos que sean excepcionalmente hábiles para reconocer el potencial de una teoría, serán los primeros en preferir el nuevo paradigma. Esta etapa es seguida generalmente por un período en el cual hay quienes adhieren o uno o a otro de los paradigmas. Más adelante, si el paradigma propuesto logra unificarse y solidificarse, acaba por reemplazar al anterior, y decimos que tiene lugar un cambio de paradigma.

PARA LEER EN CLASE (RECORTE)

DEFINICIONES PARA PEGAR EN LA CARPETA
Noción de paradigma en Khun: Los paradigmas son, macroteorías que se aceptan de forma general por toda la comunidad científica y a partir de las cuales se realiza la investigación. El objetivo de la misma es aclarar los posibles fallos del paradigma (como por ejemplo datos empíricos que no coincidan exactamente con la teoría) o extraer todas sus consecuencias. A este proceso de investigación basado en un paradigma se le denomina "ciencia normal"
La inconmensurabilidad de las ciencias: es la imposibilidad de comparación de dos teorías cuando no hay un lenguaje teórico común. Si dos teorías son inconmensurables entonces no hay manera de compararlas y decir cuál es mejor y correcta. Ninguna teoría resuelve todos los problemas a los que se enfrenta, ni es frecuente que las soluciones alcanzadas sean perfectas. Al contrario, lo incompleto y lo imperfecto del ajuste entre la teoría y los datos existentes, es lo que define muchos de los enigmas que caracterizan a la ciencia normal. Cabe preguntar cuál de dos teorías reales y en competencia, se ajusta mejor a los hechos.
Las razones por las cuales, los paradigmas postulantes, necesariamente fracasan, al entrar en contacto con los puntos de vista de los demás, han sido descriptas como la inconmensurabilidad de la tradición científica normal, anterior y posterior a las revoluciones. 
Los nuevos paradigmas nacen de los antiguos e incorporan gran parte del vocabulario y de los aparatos, que previamente se utilizaron. Quienes proponen los paradigmas, practican sus profesiones en mundos diferentes. Al hacerlo, los dos grupos de científicos ven cosas diferentes cuando miran en la misma dirección desde el mismo punto. Cada comunidad lingüística puede producir, resultados completos de su investigación que aunque sean descriptibles en frases comprendidas de la misma manera por los dos grupos, no pueden ser explicados por la otra comunidad en sus propios términos.
Consenso científico: El consenso científico es el juicio colectivo que manifiesta la comunidad científica respecto a una determinada posición u opinión, en un campo particular de la ciencia y en determinado momento de la historia. El consenso científico no es, en sí mismo, un argumento científico, y no forma parte del método científico; sin embargo, el consenso existe por el hecho de que está basado en una materia objeto de estudio que sí presenta argumentos científicos o que sí utiliza el método científico. Según Thomas Kuhn, para una nueva idea científica reconocida, su capacidad de generar consenso es directamente proporcional a su adecuación al paradigma dominante o a su grado de innovación (que puede llegar hasta la ruptura del paradigma, denominado revolución científica).
Sobre el Progreso Científico: Con facilidad podrían citarse a varios filósofos de la ciencia argumentando en el sentido que el progreso científico es discontinuo, o sea que se realiza a saltos, y que por tanto no es resultado de una acumulación relativamente continua de conocimientos y de experiencias. Muy por el contrario, la propia historia parece confirmar que el progreso científico es muy dinámico y revolucionario, y durante este proceso constantemente se van introduciendo y adaptando nuevas ideas, mientras que ideas anteriores son abandonadas o son restringidas en cuanto a sus posibles aplicaciones.
El filósofo científico Thomas Samuel Kuhn es precisamente uno de los defensores de este modelo, lo que bien explica en su libro The Structure of Scientific Revolutions, y en donde a través de estudios históricos, muestra con acierto que el progreso científico no es un proceso acumulativo, sino por el contrario, una sucesión de cambios de paradigmas, que él llama revoluciones científicas ya que se tratan de cambios bruscos.
Cuando un nuevo paradigma se instala en una comunidad científica, hay igualmente una fase de progreso en el marco de lo que Thomas Kuhn llama ciencia normal, y dicha fase continúa hasta que fenómenos inexplicables o anomalías se presentan, poniendo en duda el propio paradigma.

PROFESOR: EDUARDO CAÑUETO

viernes, 2 de mayo de 2014

Clase de Filosofía e Historia de la Ciencia y la Tecnología 29/04

LAS 4 HIPÓTESIS
Hay cuatro tipos de hipótesis 
Hipótesis Fundamentales: Son las que yo quiero probar, ejemplo: “la tierra es el centro del universo”. 
Hipótesis auxiliares: Son hipótesis derivadas que me van a permitir probar la hipótesis fundamental. Ejemplo: “los planetas tienen un movimiento circular alrededor de la tierra que se denomina deferente”. Es una idea chiquitita pero que depende de la fundamental. Es como una especie de fusible, que cubre a la hipótesis fundamental. 
Hipótesis rivales: son dos hipótesis diferentes que hablan de lo mismo, pero no pueden ser las dos verdaderas. . 
Hipótesis AD-HOC: Son hipótesis que fueron formuladas solamente y con el solo objetivo de salvar una refutación de la hipótesis fundamental, no tiene validez y no me doy cuenta enseguida que es ad-hoc. 
Cuando vez que la hipótesis fundamental está corriendo riesgo de ser refutada invento algo para salvarla. Ejemplo: “el planeta Marte tiene movimiento deferente, pero además tiene epiciclos y eso explica la lejanía y el acercamiento a la tierra”.


COPERNICO (SIGLO XVI)
El callejón en que se hallaba la astronomía medieval, pues según el modelo Ptolemaico, resultaba cada vez más complicado ajustar la teoría con los nuevos datos observacionales: se necesitaban ya más de 80 epiciclos para describir las trayectorias planetarias, de manera que a partir de las mejoras de las observaciones, en vez de haberse resuelto los problemas, se había, en palabras del propio Copérnico (siglo XVI), "engendrado un monstruo".
Todo esto chocaba con el convencimiento de Copérnico de que el Universo, por ser obra divina, debería estar regido por unas leyes matemáticas lo más simples posibles y que tanto la distribución de los astros como sus movimientos debían constituir una unidad armónica y sistemática.

Las innovaciones copernicanas

La Tierra no está en el centro del Universo, es un planeta.
En el centro del universo está, inmóvil, el Sol. (Teoría heliocéntrica)
Los planetas, con las esferas que los transportan, giran alrededor del Sol según el siguiente orden: Mercurio, Venus, La Tierra, Marte, Júpiter y Saturno.
La Luna no gira directamente alrededor del Sol, sino de la Tierra.
La Tierra está afectada por tres movimientos: rotación, traslación y un tercer movimiento anual del eje de rotación terrestre con objeto de mantenerlo paralelo a sí mismo.

A  partir de este momento comienza lo que se conoce como “la concepción moderna de la ciencia”, con un cambio de paradigma, y una corroboración empírica de los datos de Copernico, con los instrumentos de Galileo Galilei

La revolución científica del siglo XVII da origen a la ciencia moderna, transformando la imagen del mundo.  La física adquiere el estatus de modelo de ciencia.

Características de la Ciencia Moderna
Matematización: se concibe al mundo natural como un libro escrito en caracteres matemáticos (Galileo). Lo importante es el estudio cuantitativo.  Todo lo que no puede reducirse a variables cuantitativas se rechaza. El concepto antiguo de la ciencia (Aristóteles) es rechazado, dado que su investigación se basaba en las cualidades de los objetos
Mecanicismo: se estudian fenómenos y no realidades, no se buscan causas sino leyes que agrupen fenómenos
Experimentación: hay un predominio del método inductivo sobre el deductivo, la única manera de acercarse a la realidad es experimentando con ella. Es en el S XVII que se produce la unión entre Ciencia y Técnica

La expresión revolución copernicana o giro copernicano ha pasado a ser popularmente sinónimo de cambio radical en cualquier ámbito.

PROFESOR: EDUARDO CAÑUETO