miércoles, 15 de noviembre de 2017

TRABAJO PRÁCTICO N° 11

TEMA: SERENDIPIA

NOMBRES: 
ACTIVIDADES: 
1. Busquen en Internet los siguientes descubrimientos y comenten el caso: 
a. Mestral y la invención del velcro.
b. Daguerré y la fotografía
c. Goodyear y la vulcanización del caucho
2. Lean detenidamente el texto, y realicen cinco preguntas, como si ustedes estuvieran confeccionando un trabajo práctico. 

 “Serendipia” es una curiosa palabra asociada a otros hechos también curiosos. Probablemente no conozcan esta palabra, y de hecho, si la buscan en el diccionario no aparece, porque este término no ha sido aceptado aún oficialmente.
La “serendipidad” podría definirse como “la facultad de hacer un descubrimiento o un hallazgo afortunado de manera accidental”, o también, “encontrar soluciones a problemas no planteados, sin buscarlas siquiera”. Sí existe, en cambio, la palabra “Serendipity”, aceptada por la Academia de la lengua inglesa. Y en nuestro idioma, existe el término coloquial “chiripa”, que podría ser considerado un sinónimo de “serendipia”.
Históricamente, esta palabra se extrajo del relato “Los tres príncipes del Serendip”, que se cita en la obra La historia de Simbad de las mil y una noches. Les resumo el relato: “Había una vez un reino exótico y oriental llamado Serendip (parece ser que se podría situar en Sarandib o Serandib, denominación ancestral de la isla de Ceilán/Sri Lanka, o quizá Serendip siempre existió en Persia, el reino de los cuentos). En dicho reino, había tres príncipes que tenían el don del descubrimiento fortuito. Ellos encontraban, sin buscarla, la respuesta a problemas que no se habían planteado; gracias a su capacidad de observación y a su sagacidad, descubrían accidentalmente la solución a dilemas impensados”. Tan peculiar le debió de parecer este relato a Horace Walpole en el siglo XVIII que inventó al efecto la expresiva palabra “Serendipity” para denominar a todos esos descubrimientos producidos por la combinación de sagacidad y accidente.
La historia está llena de descubrimientos “serendípicos”, es decir, que la “serendipia” nos conduce a resultados importantes.
Las fases del proceso podrían ser las siguientes:1) existe un problema; 2) existe un sujeto con el problema; 3) el sujeto está buscando una solución; y 4) el sujeto encuentra la solución por accidente
Pero esto nos conduce a una segunda cuestión: ¿cómo sabe el sujeto que “eso” que ha descubierto es la solución? Aquí intervienen muchos factores, pero, por encima de todo, existe sagacidad e intuición. El sujeto busca algo específico que encaje en el problema como una llave en una cerradura. Esto supone que debe estar atento y alerta, y que además sabe perfectamente qué falta, y lo espera. Por eso, la “serendipia” no es un accidente, no es una casualidad, ni tampoco buena suerte, pero lo parece. Para quien está fuera del problema, llegar a la solución es fruto del azar, un regalo de los dioses. Quien está en el problema, en cambio, está atento, tenso, para cazar la respuesta al vuelo cuando se le presente, y en este caso, llegar a la solución no es una casualidad. La “serendipia” no es magia, pero en el proceso “serendípico” interviene la magia porque la solución surge de modo inesperado y del rincón más oculto de nuestro ser.
Uno de los factores determinantes para que se pueda producir la “serendipia”, y para el progreso humano en general, es la creatividad, que es una facultad innata en el hombre. La creatividad se basa en la capacidad imaginativa de cada uno y, sin duda, detrás de los grandes descubrimientos de la ciencia siempre ha estado la imaginación. Y es que para poder hacer un hallazgo, hace falta una mente abierta y libre, que contemple todas las posibles soluciones por inverosímiles que parezcan, pues si algo hemos aprendido (de los descubrimientos del apartado anterior), es que en cualquier momento “salta la liebre”, que la respuesta que tanto deseamos podemos hallarla en el momento más inesperado. Por eso, si un científico dedica su vida al estudio de un proceso, con la idea de descubrir lo que nadie ha podido hasta ahora, si no consigue encontrar la solución tras años de esfuerzo y dedicación, a este estudioso le quedan dos opciones: abandonar esa búsqueda que ha podido convertirse en una obsesión que domina su vida, o por el contrario, continuar sus investigaciones pero tomando otro camino, porque el científico tiene que ser práctico e inteligente, y ser capaz de romper barreras, de romper las propias barreras de su mente. Llega un momento en la trayectoria de todo investigador en que tiene que saber renunciar a una idea que no acaba de cuajar para contemplar otras posibilidades, que tal vez le lleven, por fin, al camino correcto.
Ante todo, la creatividad-imaginación no puede existir en una mente que se aferra desesperadamente a algo. La imaginación supone que nuestra mente puede volar en libertad, dirigida por la voluntad y supervisada por la inteligencia, pues si no, no podríamos hablar de imaginación sino de fantasía: de múltiples imágenes que se suceden sin control, pero que desde luego no nos llevarán a ninguna solución viable.
El científico, si quiere avanzar y poder acercarse a la “serendipia”, no debe permitir que nada influya en su investigación, ni siquiera su propio deseo de éxito, porque desear algo con demasiada vehemencia puede ser el principal obstáculo para que podamos alcanzarlo.
El hombre suele creer que para conseguir sus objetivos basta con perseverar y formarse en una disciplina, pero esto no es del todo exacto. Solemos pasar por alto un factor fundamental para la vida: el amor. Todo aquel que quiera aprender y especializarse en una disciplina científica no solo ha de estudiar sobre ese tema, sino que debe amarlo. Seguramente la mejor manera de alcanzar el éxito sea amar todo aquello en lo que trabajamos de una manera desinteresada. No olvidemos que la ciencia lo que persigue es descubrir los secretos que la naturaleza posee, y para ello, el egoísmo o la vanidad son nuestros peores enemigos.
Hay quienes dicen que para hacer un nuevo descubrimiento hay que tener un poco de suerte, pero no nos limitemos a creer que las respuestas surgen por casualidad. Lo cierto es que todos aquellos que han sido iluminados con alguna verdad que los demás no han sido capaces de encontrar tenían muchas cosas en común, y es que, sin saberlo, se estaban preparando para poder ser dignos del premio que iban a recibir (se encaminaban hacia su destino). Quiero decir que es posible formarse y educarse a lo largo de la vida para poder acercarse, al menos, a la “serendipia”.
Las cualidades que nos educan hacia la “serendipia” son muy variadas. Para empezar, los accidentes se convierten en descubrimientos debido a la sagacidad de la persona que se tropezó con ese accidente. Pero no solo eso: todo estudioso ha de tener una formación básica con la que trabajar; por eso, es fundamental una mente preparada (Louis Pasteur dijo: “La fortuna favorece a la mente preparada”). Eso supone toda una vida dedicada al estudio: perseverancia, estar continuamente aprendiendo. Y además, esta preparación debe ser una formación global, lo más completa posible, porque muchos de los grandes descubrimientos se produjeron gracias a que el investigador tenía nociones básicas de muchos campos diferentes dentro de la ciencia (se necesitan muchos conocimientos para comprender el problema; si este no se entiende, difícilmente se encontrará la solución). Los accidentes se convierten en descubrimientos gracias a la curiosidad manifiesta del que observa el suceso, que, junto con la percepción, le llevan a darse cuenta del significado de lo que acaba de ver. Ambas, curiosidad y percepción, pueden ser más despiertas en el caso de algunas personas, pero también pueden estimularse. Está claro que la observación va a ser fundamental en lo que la “serendipia” se refiere. Por eso es muy útil ir anotando todos los resultados obtenidos en las investigaciones: tanto los esperados como los inesperados. Y todo eso hay que interpretarlo con la mayor objetividad posible. Para ello, es necesario ser flexibles en pensamiento y en interpretación, no despreciando los resultados inesperados considerándolos “erróneos”, porque, a veces, el resultado inesperado es lo que lleva al descubrimiento. Por eso, la mente preparada ha de estar también preparada para sorprenderse.
También debemos contar con el poder de la fortuna (un viejo poema nórdico dice: “Es mejor tener suerte que ser listo”), que parece tener a una serie de “elegidos” que tendrán la suerte de estar en el lugar preciso en el momento adecuado. No olvidemos tampoco la creatividad como elemento básico del ser humano para concebir lo que parecía imposible.
Además, estos científicos tenían otra cosa más en común: no tenían miedo al descrédito profesional o a la humillación por plantearse lo que nadie creyó que valía la pena plantear. Tenían gran confianza en sí mismos y, aunque encontraron una gran oposición entre sus colegas, ellos seguían defendiendo aquello de lo que estaban convencidos, generando así nuevas maneras de pensar. Se caracterizaban por estar siempre aprendiendo de los errores, o incluso, indagando en ellos como fuente de inspiración para nuevas investigaciones, porque el científico debe saber “sacarle partido a todo” y tener en cuenta que las equivocaciones sugieren muchas veces rutas que nos pueden llevar a la verdad. Por tanto, el hecho de que muchos estudiosos fracasaran no es porque se movieran en la dirección equivocada, sino más bien porque no se atrevieron a ir lo suficientemente lejos.
Todos los factores descritos en el apartado anterior son muy importantes a la hora de intentar hacer un gran descubrimiento, pero, en última instancia, existe un factor clave y absolutamente esencial: la intuición. Con seguridad, todos los descubridores (del pasado y los que vengan en el futuro) tienen algo en común: ellos fueron capaces de entender el significado de lo que acababan de ver. Es como si el germen de una idea estuviese flotando en el aire, esperando ser descubierta. Pues bien, estos “elegidos” pudieron alcanzarla por ser lo bastante listos o lo bastante intuitivos. Debemos creer que la respuesta está a veces delante de nosotros, pero necesitamos ese destello (proveniente de la intuición) para verlo todo claro de repente, sabiendo conectar entre sí ideas que aparentemente no tenían relación alguna.

PROFESOR: EDUARDO F. CAÑUETO

viernes, 10 de noviembre de 2017

TRABAJO PRÁCTICO N°10

ACTIVIDADES: 
1- Lea detenidamente el siguiente texto y realice la siguiente tarea: 
a. Subraye las ideas principales
b. Establezca un glosario si hay términos (palabras) que desconoce
c. Realice un cuadro señalando las diferencias principales entre la ciencia básica y la ciencia aplicada
2- Por qué sostiene Mario Bunge que las ciencias puras no tienen responsabilidades éticas. Fundamente con un ejemplo:
3- Señale al menos tres ejemplos en que la ciencia aplicada toma conocimientos de la ciencia básica o pura (puede buscar en Internet)
4- Qué significa decir que:  
a. “Las Ciencias Básicas permiten adquirir un conocimiento de métodos o caminos diversos para lograr un razonamiento lógico más eficaz”
b. “hay una ultraalimentación positiva entre la ciencia aplicada y la ciencia pura”
5- Por qué podría haber en los centros avanzados de estudio una fuerte inclinación a rechazar a la ciencia básica como actividad válida.


ARTÍCULO DE METODOLOGÍA DE LA INVESTIGACIÓN: Ciencia básica vs Ciencia aplicada.
La ciencia es un saber que busca leyes mediante las cuales poder explicar la realidad.  Las ciencias se pueden dividir en puras (fundamentales) y aplicadas.  
Mario Bunge denomina ciencia pura o básica a aquellas investigaciones científicas en las que solo se busca obtener conocimiento de un determinado sector de la realidad. Califica como “pura” este tipo de investigación, en la medida en que no tiene otra finalidad que la búsqueda del conocimiento excluyendo intereses prácticos. También califica estas investigaciones como “básicas” por constituir la base teórica de los conocimientos sobre la que se apoya la ciencia aplicada o la tecnología. 
Ciencia aplicada es el nombre dado a las investigaciones teóricas o experimentales que explican los conocimientos de la ciencia básica a problemas prácticos. Tanto la ciencia básica como la aplicada se proponen descubrir leyes a fin de comprender la realidad. En ambas se plantean problemas conocidos, en los cuales se requiere una determinada solución que se verá basada en los “conocimientos”  previos adquiridos. 
Pero la ciencia aplicada, en lugar de ocuparse de problemas generales, utiliza los conocimientos de la ciencia básica en vista a posibles aplicaciones prácticas, aun cuando no emprenda ninguna investigación técnica. 
La ciencia básica no está atravesada por intereses  prácticos ni por una ideología particular, y que su único fin es la búsqueda de la verdad. De donde concluye que la ciencia pura no tiene responsabilidades éticas respecto de las consecuencias que resultan de las aplicaciones de lo que descubre o produce como saber.                                     
El dominio de las ciencias básicas facilita el desarrollo de la potencialidad creativa de los jóvenes estudiantes, lo que es cada vez más importante para el Ingeniero de hoy, debido a la creciente complejidad de la tecnología y al alto grado de flexibilidad que se requiere de un profesional. Se busca estrechar los vínculos con los sectores productivos para lo mismo se propone iniciar un programa especial de complemento de la formación científica básica. La adecuada comprensión requiere de la observación  de fenómenos naturales y de la realización de experimentos que pongan en evidencia la relación entre el mundo real y las teorías que permiten explicarlo de una manera sencilla. 
Las Ciencias Básicas permiten adquirir un conocimiento de métodos o caminos diversos para lograr un razonamiento lógico más eficaz, si bien algunas ciencias dan el contexto para aplicar el método, siempre está presente el lugar activo del estudiante y la invitación constante a cuestionar, a arriesgarse a cometer errores, y a buscar nuevos caminos y a construir un método propio de resolución del problema.  Las ciencias fundamentales estudian el mundo que nos rodea incluso a nosotros mismos sin ningún beneficio inmediato para el hombre. Se investiga porque es sencillamente interesante. Sólo por el hecho de que somos humanos nos interesa conocer y entender las cosas, pues la curiosidad es una característica inherente a nuestra especie. Por otro lado, las ciencias aplicadas nos ayudan en aspectos determinados de nuestra vida, por ejemplo, para producir más mercancías, o que éstas sean más baratas y de mejor calidad. 
Cada hallazgo que realiza la ciencia pura, implica a su vez el progreso de la ciencia aplicada. Se ha negado que existiera diferencia alguna entre  la ciencia básica y ciencia aplicada. El tiempo que pasa entre el descubrimiento fundamentales y su aplicación ha ido disminuyendo, y hay frecuentemente una ultraalimentación positiva entre la ciencia aplicada hacia la ciencia pura. 
Pero, aunque existe una zona gris en la que los dos tipos de  ciencia se confunden y no pueden distinguirse, hay en los extremos una diferencia el menos con respecto a la motivación del investigador y al lapso entre el descubrimiento y su posible aplicación. Sea cual fuere el caso, las palabras básica y aplicada se utilizan para dar o negar apoyo a la investigación de un tipo o de otro. Dos fenómenos son evidentes con relación a la ciencia básica, primero se le da una proporción relativamente elevada de los recursos financieros en comparación con lo que ocurre en los países industrializados y segundo, hay un fuerte movimiento dentro de la sociedad y de los Conicits para rechazar la ciencia básica como actividad válida y para pensar que sólo una ciencia cercana al pueblo y aplicada a la realidad debe ser cultivada. La más alta de nuestras prioridades es la de preparar buenos científicos, en una atmósfera rigurosa, que puede sostenerse mediante el cultivo de una ciencia básica de alta calidad. Los métodos, las actitudes, la disciplina que se necesita para la ciencia básica, inspiran luego la aplicada. 
Es así como podemos decir que la ciencia básica necesita más y no menos recursos. (Disponible en Internet:http://www.fca.uner.edu.ar/academicas/deptos/catedras/metodologia/Grupo%201/csbasicas_vx_csaplicada.pdf)

PROFESOR: EDUARDO CAÑUETO

FILOSOFÍA E HISTORIA DE LA CIENCIA Y LA TECNOLOGÍA CLASE 03/11/2017

CIENCIA PURA Y CIENCIA APLICADA
Intuitivamente parece que podríamos explicar en que consiste las diferencias de ambas con ejemplos. Básicamente, ciencia pura sería la ciencia que busca el conocimiento en general, por el saber en si, y no para darle aplicación real alguna, contrario a la ciencia aplicada, que utiliza los conocimientos obtenidos por la ciencia pura para darle aplicaciones prácticas.
Haces ciencia pura cuando estas investigando y encontrando cosas que no se sabian por el interés del saber en si (ciencia basica); por ejemplo, antes no se sabia que los ribosomas eran los encargados junto con el tRNAaa de traducir el RNAmensajero y la persona que lo descubrio hizo ciencia pura o ciencia basica (encontro algo que no se sabia). Ahora bien, la ciencia aplicada es cuando esta investigado algo con la finalidad de aplicarlo a la vida diaria o a la produccion de algo; por ejemplo, hay bacterias que producen unas proteinas que son toxicas para ciertos insectos… haces ciencia aplicada cuando investigas que tipo de proteina es, como es su actividad contra los bichos y que tipos de bichos ataca, con la finalidad de utilizarla como biocontrol para matar plagas de ciertos cultivos y no usar compuestos toxicos para el ser humano.

Otros ejemplos:

ciencia pura : fisica cuantica
ciencia aplicada : juntura de semiconductores P N
tecnología :  chips (transistores agrupados)

ciencia pura : termodinamica
ciencia aplicada : medición de rendimiento de ciclos
tecnología : motores de explosión

ciencia pura : electricidad
ciencia aplicada : medicion de circuitos
Tecnología : Puente de Wheatstone
para medicion de resistencia

ciencia pura : magnetismo
ciencia aplicada : calculo de campo magnetico
y de induccion
tecnologia : motores electricos

ciencia pura : hidraulica
ciencia aplicada : principio de pascal
tecnología : prensa hidráulica

OTROS CONCEPTOS
Ciencia Experimental:

La ciencia (del latín scientia, "conocimiento") es un proceso de adquisición y refinado de conocimiento, así como, la organización de dicho conocimiento. Es el conocimiento producto de una práctica humana con reglas establecidas, cuya finalidad es obtener por diversos medios un conjunto de reglas o leyes universales, generalmente de índole matemática, que dan cuenta del comportamiento de un sistema y predicen cómo actuará dicho sistema en determinadas circunstancias.
La ciencia experimental se ocupa exclusivamente del estudio del universo natural, ya que por definición todo lo que puede ser detectado o medido forma parte de él. Los científicos se ajustan, en su investigación, a un cierto método, el método científico, un proceso para la adquisición de conocimiento empírico. La ciencia puede a su vez diferenciarse en ciencia básica y aplicada, siendo esta última la aplicación del conocimiento científico a las necesidades humanas y al desarrollo tecnológico.
Algunos descubrimientos científicos pueden resultar contraintuitivos, es decir, contrarios al sentido común. Ejemplos de esto son la teoría atómica o la mecánica cuántica, que desafían nociones comunes sobre la materia. Muchas concepciones intuitivas de la naturaleza han sido transformadas a partir de hallazgos científicos, como el movimiento de traslación de la Tierra alrededor del Sol o la teoría evolutiva de Charles Darwin.

Terminología: (charla en clase con los alumnos)
Los términos modelo, hipótesis, ley y teoría tienen significados distintos en la ciencia que en el discurso coloquial. Los científicos utilizan el término modelo para referirse a una descripción de algo, especialmente una que pueda ser usada para realizar predicciones que puedan ser sometidas a prueba por experimentación u observación. Una hipótesis es una afirmación que (aun) no ha sido bien respaldada o bien no ha sido descartada. Una ley física o ley natural es una generalización científica basada en observaciones empíricas.
La palabra teoría es incomprendida particularmente por el común de la gente. El uso vulgar de la palabra "teoría" se refiere, equivocadamente, a ideas que no poseen demostraciones firmes o respaldo. En contraposición, los científicos generalmente utilizan esta palabra para referirse a cuerpos de leyes que realizan predicciones acerca de fenómenos específicos.

Articulación y unificación entre teorías y disciplinas

LA INTERDISCIPLINARIEDAD
Un campo interdisciplinario es un campo de estudio que cruza los límites tradicionales entre varias disciplinas académicas o entre varias escuelas de pensamiento, por el surgimiento de nuevas necesidades o la elección de nuevas profesiones.
En principio, el término interdisciplinario se aplica en el campo pedagógico al tipo de trabajo científico que requiere metodológicamente de la colaboración de diversas y diferentes disciplinas y, en general, la colaboración de especialistas procedentes de diversas áreas tradicionales.
La interdisciplinariedad involucra grupos de investigadores, estudiantes y maestros con el objetivo de vincular e integrar muchas escuelas de pensamiento, profesiones o tecnologías, en la búsqueda de un fin común.
En este sentido podemos decir que todas las clasificaciones de las ciencias tienen fecha de caducidad. A partir del siglo XIX y con el asombroso crecimiento producido por el conocimiento científico surgen numerosas ciencias con yuxtaposiciones de parcelas establecidas por ciencias anteriores:
De las teorías del calor y sus relaciones con la mecánica: Termodinámica.
De las relaciones de la electricidad y la química: Electroquímica.
De la relación física y la química: Fisicoquímica.
De las relaciones de la química y la biología, surgirá la Bioquímica, etc.

CARACTERÍSTICAS MÁS COMUNES DE LA INTERDISCIPLINARIEDAD 
Integración de teorías
Desarrollo científico técnico
Se promueve el desarrollo de nuevos enfoques metodológicos
Desde el campo científico tecnológico dio lugar a múltiples ramas científicas
Representa actualmente la fuerza del cambio, la verdad como la manifestación de la multiplicidad
Como reto en el trabajo interdisciplinario sería: a) trascender las divisiones disciplinarias; b) perder el miedo a preguntar lo obvio; c) enriquecer ese espacio de conflicto de saberes a través del trabajo en equipo
PROFESOR: EDUARDO F.CAÑUETO