domingo, 1 de diciembre de 2013

EL POSITIVISMO

ACTIVIDAD DE CLASE
1- LEA DETENIDAMENTE EL TEXTO Y SUBRAYE LAS IDEAS PRINCIPALES
2- REALICE UN ESQUEMA CONCEPTUAL QUE LE PERMITA EXPLICAR EL MISMO

El positivismo
El positivismo es una corriente filosófica del siglo XIX que afirma que el único conocimiento auténtico es el conocimiento científico, y que tal conocimiento sólo puede surgir de la afirmación positiva de las teorías a través del método científico.
Este término fue utilizado por primera vez por el filósofo y matemático francés Augusto Comte, […]
Para dar respuesta a la revolución científica, política e intelectual de su tiempo, Comte ofreció una reorganización intelectual, moral y política del orden social. Adoptar una actitud científica era la clave, decía él, de cualquier reconstrucción.
Afirmaba que del estudio empírico del proceso histórico, en especial de la progresión de diversas ciencias interrelacionadas, se desprendía una ley que denominó “De los tres estados”, que rige el desarrollo de la humanidad. 
Por estado, entiende Comte, la situación en la que en una determinada época histórica se halla el espíritu humano. Cada estado se caracteriza por una manera de entender e interpretar la naturaleza y por una idea distinta de lo que es el saber. El espíritu humano recorre, en orden progresivo, varios estados a lo largo de la historia con el fin de alcanzar el fin propuesto por su naturaleza: el estado científico. La historia se convierte así en la historia del progreso del espíritu científico. Según esta doctrina todas nuestras especulaciones están sujetas a pasar sucesivamente por tres estados teóricos diferentes (Ley de los tres estados): 
Teológico o Ficticio: Debe considerarse un estado provisional y preparatorio 
Metafísico o Abstracto: Es transitorio, constituye una modificación del primero. 
Positivo o Científico: Es el régimen definitivo de la razón humana. El orden por el que se suceden los estados, viene dado por la propia naturaleza del espíritu humano 
Estado Teológico o Ficticio Es el primer estado que constituye el punto de partida del espíritu humano. La explicación de la naturaleza consiste en causas últimas, ocultas y sobrenaturales, que se levantan sobre el poder de la imaginación. El conocimiento así obtenido es absoluto (una única explicación válida). […]. 
Hay una tendencia involuntaria en los hombres a las explicaciones esencialmente teológicas, sobre todo en aquéllos fenómenos cuyas leyes aún ignoramos
Estado Metafísico o Abstracto: Es el paso intermedio del teologismo al positivismo, aunque se aproxima más al primero que al segundo. Las especulaciones dominantes han conservado la tendencia a los acontecimientos absolutos, sólo la solución ha sufrido una transformación notable. Al igual que la Teología, la Metafísica intenta explicar la íntima naturaleza de los seres, el origen y destino de las cosas, el modo de producirse, los fenómenos; pero en lugar de emplear para ellos los agentes sobrenaturales los reemplaza por abstracciones personificadas. No es la pura imaginación la que domina ni la pura observación, aquí el razonamiento se prepara confusamente al ejercicio verdaderamente científico. La parte especulativa está muy exagerada, por la tendencia a argumentar en vez de observar que caracteriza a este espíritu metafísico. El espíritu metafísico en los últimos cinco siglos, ha secundado negativamente el despliegue fundamental de nuestra civilización moderna. De modo que el obstáculo más peligroso para el establecimiento final de una verdadera filosofía es este mismo espíritu que a menudo se atribuyó el privilegio casi exclusivo de las meditaciones.
Estado Positivo o Real  Esta serie de preámbulos conduce al fin a nuestra inteligencia a un estado definitivo de positividad racional. Una vez expuesto lo vacío de las filosofías teológicas o metafísicas, renuncia a las investigaciones absolutas y circunscribe sus esfuerzos al dominio de la observación, única base de los conocimientos adaptados a nuestras necesidades reales. La revolución fundamental consiste esencialmente en sustituir en todo, la inaccesible determinación de las causas propiamente dichas por la investigación de las leyes. El poder de la imaginación es sustituido por el saber de la razón. Se trata de una razón encaminada a la acción operativo - instrumental. La técnica, entendida como aplicación de la ciencia, es la base de la nueva sociedad industrial. En el estado positivo no se busca el porque de las cosas, sino el cómo. Toda atención debe centrarse en averiguar como se producen los fenómenos con la intención de llegar a generalizaciones, sujetas a su vez a verificaciones observacionales y comprobables.
La ley de los tres estados pretende demostrar cómo el estado positivo es el estado más adecuado a la naturaleza humana. El único saber válido es el saber positivo o científico, y este modo de saber ha de generalizarse y aplicarse a todos los ámbitos de la vida y de la sociedad como la religión, la política... La reforma comtiana del saber conlleva así una reforma social.  
EL CARACTER SOCIAL DEL ESPIRITU POSITIVO. 
El espíritu positivo tiene que fundar un orden social. La constitución de un saber positivo es la condición de que haya una autoridad social suficiente, y esto refuerza el carácter histórico del positivismo. 
Comte, fundador de la Sociología, intenta llevar al estado positivo el estudio de la Humanidad colectiva, es decir, convertirlo en ciencia positiva. En la sociedad rige también, y principalmente, la ley de los tres estados.
[…]. Por último, al estado positivo corresponde la época industrial, regida por los intereses económicos, y en ella se ha de restablecer el orden social, y este ha de fundarse en un poder mental y social.
Finalmente, creemos que el Positivismo consiste en la base que señala la realidad y la tendencia constructiva para el aspecto teórico de la doctrina, el positivismo es el culto de la humanidad como ser total y simple o singular, las cuales tiene un objeto o componente principal, que es la filosofía y el gobierno de una sociedad.
Es real, es definitivo. En él la imaginación queda subordinada a la observación. La mente humana se atiene a las cosas. El positivismo busca sólo hechos y sus leyes. No causas ni principios de las esencias o sustancias. Todo esto es inaccesible. El positivismo se atiene a lo positivo, a lo que está puesto o dado: es la filosofía del dato. La mente, en un largo retroceso, se detiene al fin ante las cosas. Renuncia a lo que es vano intentar conocer, y busca sólo leyes de los fenómenos.

PROFESOR: EDUARDO CAÑUETO